En esta breve historia de la robótica repasamos algunos de los momentos clave que ha tenido la robótica a lo largo de los años hasta la actualidad.
El origen de los robots
El robot nació en la literatura. Un universo en el que ya se habían imaginado viajes a la luna o bajo el mar de la mano de Julio Verne. La palabra “Robot” la creó el escritor Karel Capek para una obra de teatro en 1921. En la obra, titulada R.U.R. (siglas de Robots Universales Rossum), aparecía una empresa que fabricaba robots con apariencia humana para trabajar como operarios en fábricas. El escritor se inspiró en la palabra checa “Robota” que significa esclavo.
Pero el concepto de robot como máquina capaz de realizar tareas se remonta a muchos años atrás. En los siglos XVII y XVIII se pusieron de moda los autómatas, muñecos mecánicos que imitaban los movimientos del cuerpo humano. Eran ingenios de una tecnología muy primitiva que se usaban para divertir en espectáculos. En la actualidad aún se conservan en museos muchos de estos autómatas que sorprenden por su diseño y por sus movimientos.
Fue el gran visionario y científico Nikola Tesla quien en 1890 ya diseñaba proyectos de máquinas capaces de sustituir al hombre. Uno de estos originales proyectos se hizo posible: el Telautomaton. Aunque no era un robot como tal.
Se trataba de un pequeño barco de guerra dirigido por control remoto y sin tripulación humana que servía para lanzar torpedos.
La robótica salta a la realidad
Tuvieron que pasar unos años para que los robots se hicieran realidad. En 1939 se presentó ante el público en la Feria Mundial de Nueva York el primer robot con aspecto de ser humano. Elektro media más de dos metros y estaba fabricado en aluminio. Podía caminar, mover los brazos, hablar e incluso fumar. Pero Elektro era más bien una atracción para ferias y museos.
Fueron los ingenieros George Devol y Joseph Engelderber quienes dieron el salto en los años cincuenta creando el primer robot industrial. Devol creó Unimation, una empresa experta en robots diseñados para realizar trabajos industriales. Su primera creación fue Unimate, un brazo robótico que podía levantar piezas de doscientos kilos. General Motors lo utilizaría en sus fábricas para instalar motores de coches en sus cadenas de fabricación.
El éxito de Unimate posibilitó que las empresas se dieran cuenta del potencial de los robots y se pusieron a diseñar sus modelos. Eran robots muy limitados que, principalmente, trasladaban piezas de un lado a otro. En Japón, el ingeniero Fuji Kyogo diseñó en 1963 un robot que era capaz de transportar palés, los armazones de madera que sirven de base para levantar cargas apiladas.
A partir de los sesenta y setenta, la industria robótica despega con gran rapidez. La tecnología de los robots se perfecciona y cada vez son más complejos. Además, no solo se utilizarán para trabajos pesados en fábricas. También pasarán a la industria espacial, nuclear o militar.
En la década de los ochenta, el desarrollo de la informática dispara el uso masivo de robots. Todas las fábricas cuentan con robots que facilitan tareas pesadas, pero también se crean robots para realizar tareas que necesitan mucha precisión. Hoy en día, la robótica sigue en pleno desarrollo gracias a la inteligencia artificial. Los robots en la actualidad son capaces de tomar decisiones autónomas y realizar trabajos que serían impensables hace solo unos años.
La robótica ha saltado más allá de la industria. Ahora podemos aprender a diseñar proyectos en clases de robótica para niños. Con esta historia de la robótica podemos entender lo mucho que ha significado este invento para la humanidad.